El fado es ese canto a la melancolía, la expresión musical portuguesa más internacional. Se desconoce el momento exacto del nacimiento del fado, aunque se tiene constancia de que surgió en los barrios humildes de Lisboa hacia mediados del siglo XIX. Aunque algunos expertos lo asocian con la vida marítima e incluso con la antigua ocupación árabe, lo cierto es que ningún investigador ha logrado todavía resolver el misterio de su origen. Sea como fuere, sus raíces son claramente populares. Las letras del fado, profundas y desgarradoras, se cantan, normalmente, por una sola persona, acompañándose por la guitarra portuguesa de doce cuerdas. Los temas más recurrentes son la nostalgia (saudade), historias cotidianas de frustración que evocan el recogimiento, la intimidad; una tristeza vital algo angustiosa y melancólica.